Pensado para ganar luz y comodidad. Un proyecto parcial de decoración.

Después de varios años siendo 4 en este piso de Barcelona, ahora tocaba adaptarlo a una nueva vida sin las dos hijas. Esta genial pareja decidió dar un cambio radical al recibidor y al salón-comedor. Ahora que se quedaban ellos dos, la rutina iba a cambiar, por lo que las estancias tenían que adaptarse a sus nuevas necesidades: ganar luminosidad y comodidad en el salón.

Decidimos eliminar la mesa de comedor convencional, ya que siempre cenaban en la cocina, y así crear un salón más grande y diáfano. Ubicamos un gran sofá en forma de L, la pieza central del salón y detrás de la cual, se esconde una consola que enmarca el camino hacia el balcón y que además, se transforma y sirve también como mesa de comedor de hasta 8 personas.

Como buenos amantes de la lectura, no podía faltar una preciosa y cómoda butaca que acompaña al sofá y le aporta el toque de color. Y detrás, dos grandes muebles llenos de almacenaje para vajilla y con algunos huecos diáfanos que aprovechan para decorar con plantas y figuras de múltiples viajes. 

Todo ello acompañado por una cuidada iluminación que se percibe desde el recibidor, que se empapeló en un tono verde musgo con textura de caña natural.

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Vivienda                               Ana Beivide