La Cesta, un clásico que no pasa desapercibido
¡Buenos días! ¿Cómo ha ido el fin de semana? Hoy vamos a dedicarle este post a un clásico: La Cesta de Miguel Milá, una lámpara que nos enamora por su diseño sencillo, elegante, discreto y portátil.
Fue diseñada en 1964 por un catalán, miembro de la generación de los pioneros del diseño de los años 50. Sus diseños se han convertido en auténticos clásicos.
Vamos a contaros la pequeña historia que se esconde detrás de este gran diseño.
La Cesta
Es una lámpara mágica hecha a mano que nació de un hallazgo. Milá, por casualidad, encontró un globo de cristal y le gustó tanto que decidió hacer algo con él. Fue entonces cuando le vino a la cabeza la creación de la lámpara, y empezó a realizar distintas pruebas. Sustituyó el cristal por plástico para evitar posibles roturas y realizó la estructura de caña de Manila, un material difícil de encontrar.
Hasta que Santa&Cole recuperó este gran diseño e introdujo algún que otro cambio. Sustituyó la madera de manila por la de cerezo y la pantalla por cristal opal. De esta manera, el diseño era más fácil y probablemente más económico. Por otra parte, también amplió la familia recientemente creando la Cestita, la hermana menor.
Una gran ventaja de la Cesta es que se constituye en un objeto-lámpara que puede ponerse indistintamente sobre una mesa o en el suelo. Es un gran elemento decorativo, a parte de funcional.
Por último, en 2015 Santa&Cole amplió aún más la familia. Diseñó la Cesta Metálica, una reedición actualizada. Se presenta con o sin asas, y en este caso realizada con piel, creando una sensación de firmeza por el acero inoxidable de sus patas y la delicadeza de el asa de piel color natural.
A nosotras nos vuelve loca este diseño tan sencillo y elegante, y al tener la luz regulable, hace que la atmósfera del lugar se vuelva única.
Y vosotros ¿Con cual os quedáis?
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¡Bye bye pasillos largos, estrechos y oscuros!
Cuando oímos la palabra pasillo nos imaginamos espacios largos, estrechos y oscuros. ¡Digamos basta a estos adjetivos! Hoy os vamos a dar algún truco para que estos espacios se conviertan en lugares cálidos y útiles.
Las paredes:
Cojamos la brocha y démosle color. Darle un color nos ayudará a disminuir la longitud del pasillo. Si nos atrevemos, también podemos poner un zócalo a media altura: en la parte inferior brochazo con un toque de color subido y en la parte superior uno más claro. O hasta poner un papel pintado o vinílico. ¡Ya veréis qué bien queda! Esta opción dará la sensación de dinamismo.
Bye Bye puertas:
¿Por qué son necesarias las puertas al final de pasillo? Lo único que hacen es delimitar la luz y hacer el espació más pequeño visualmente. Digamos bye bye a estas puertas que no sirven para nada. Al eliminarlas conseguiremos prolongación, comunicación entre los espacios y mas luz.
Almacenaje, ¡si!
Si la anchura del pasillo nos lo permite, podemos aprovechar este espacio para guardar pequeño almacenaje. Podemos poner zapateros estrechos y de media altura, composiciones de distintas cajas, percheros, librerías, etc.
Decoremos el pasillo:
Siempre y cuando tengamos el espacio necesario, podemos poner en el suelo macetas, cestas, farolillos, etc. Esto dará una sensación de que el pasillo se acorta, además de que veamos este espacio mucho más cálido y acogedor.
Una opción que siempre queda bien: crear un collage en alguna de las paredes.
Lo más importante: la iluminación
Lo mejor es la luz natural, pero desgraciadamente no siempre es posible. No hace falta poner muchos focos empotrados en el techo, podemos combinar distintas opciones: lámparas suspendidas con alguna otra decorativa, ya sea de pie o de mesa encima de un pequeño aparador.
Para huir de los simples focos de siempre podemos hacer un foseado en el techo y crear un perímetro de led regulable.
Dicho esto, ¡MANOS A LA OBRA!
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Colores a golpe de brocha
Hoy os vamos a enseñar cuáles son los colores que tienen que entrar sí o sí en vuestros hogares. Seguro que en cualquier revista de decoración que os hayáis comprado últimamente, habéis visto la importancia que tienen los colores. Aportan personalidad a tu hogar. Es importante elegir bien dado que te pueden ayudar a realzar elementos decorativos estructurales de la casa (como molduras o techos) o disimular esas pequeñas imperfecciones de tu hogar.
Esta temporada 2017 los colores vienen pisando fuerte, y aunque somos unas enamoradas de toda la paleta de colores, os enseñaremos cuáles son las cuatro gamas cromáticas que están causando furor.
En Aramara creemos que es muy importante dar color a las paredes y saber las sensaciones y emociones que éstos nos transmiten.
Además, la aplicación de un tono y una textura permiten definir de una manera eficaz las diferentes áreas.
¡A ver con cuál os quedáis!
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Gama Neutral:
Tonalidades neutrales que nos recuerdan a los colores de la tierra. Transmiten pureza, serenidad y tranquilidad. Colores suaves y atemporales que producen un efecto luminoso.
Muchos decoradores han sustituido el blanco por estas nuevas tonalidades mezcladas con el gris. Son ideales para dar total libertad a tu imaginación a la hora de escoger los complementos que le darán color a la estancia.
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Gama Red:
Tonalidades cálidas y exóticas que nos transmiten emociones como la pasión y la dulzura. Dentro de esta gama encontramos tonos pasteles como el rosa chicle y otros más fuertes como el rojo o granate.
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Gama Green:
Tonalidades con diferentes matices e intensidades que nos recuerdan a la naturaleza y llenan de vida nuestros espacios. Como muchos dicen, el color de la esperanza, por lo que son ideales en cualquiera de sus variantes para despachos y dormitorios, aunque en todas las estancias ¡será todo un acierto!
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Gama Blue:
Tonalidades que nos recuerdan a un día de playa con el agua turquesa y cristalina, o por lo contrario a un cielo despejado sin ninguna nube entorpeciendo.
Al igual que la gama green, en cualquier pared de tu casa quedará perfecta. En las últimas ferias de interiorismo y decoración, ha sido tendencia pintar toda una sala o habitación del mismo color. Incluidos puertas, zócalos y ventanas. ¿Te atreves?
¿Os animáis a coger la brocha? Seguro que sí. Además, pintar puede ser una actividad divertida y para hacer con toda la familia. Podéis dejar a los peques de la casa pintar su habitación y así dejar volar su imaginación, veréis qué bien se lo pasan. Seguro que tenéis más de un artista en casa. En conclusión, si no quieres llamar a un pintor…¡a divertirse!
Si tenéis cualquier pregunta sobre qué color escoger no dudéis en comentarnos. Estaremos encantadas de daros nuestra opinión.
¡Feliz semana a todos!
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